lunes, 11 de abril de 2011

TÉCNICAS PARA FECHAR FÓSILES

EVIDENCIA FOSIL:

Un fósil es la prueba de la existencia de un organismo que vivió en el pasado; puede ser el cuerpo entero o cualquier parte de él, como un hueso o una hoja, o, incluso, excremento.

Por medio de los fósiles se pueden estudiar las características de los organismos del pasado y relacionarlos con los que existen en la actualidad. También muestran los climas que existieron antiguamente en las regiones en las que se encontraron. Asimismo, se han descubierto fósiles de organismos marinos en algunas partes montañosas, por eso se piensa que en otra época esas rocas fueron el suelo de mares antiguos.
Fósil de trilobite

Debido a los fósiles han podido reconstruirse organismos que existieron en épocas pasadas y se han podido comparar con los organismos actuales.

La forma más común de formación de fósiles es la sepultura bajo las aguas. Si un animal o planta muere cerca de un río, puede quedar enterrado bajo la arena y otros materiales que el agua deposita. El agua evita el ataque de otros organismos y los minerales que contiene se infiltran al interior de los huesos del animal y lo preservan.
Es por eso que el fondo de los océanos y los mares poco profundos, o donde hace miles de años hubo agua, son la fuente más rica en fósiles. Los fósiles también provienen de animales atrapados en pozos de alquitrán o en la lava, cenizas y polvo provenientes de la erupción de un volcán.

La paleontología es la ciencia que se encarga del estudio de los fósiles.

Por medio de estos restos vegetales y animales, se sabe cómo los seres vivos han evolucionado.

TECNICAS PARA FECHAR FOSILES:


La edad de los fósiles puede determinarse por el sitio que tienen en las capas de las rocas. La capa más profunda es, generalmente, la más antigua. De esta manera, los fósiles preservados en las distintas capas muestran el orden en el que las plantas y los animales se han depositado.


Imagen que muestra en forma clara la formación de estratos en el suelo y el estudio realizado por los geólogos o paleontólogos.

Las capas más antiguas contienen fósiles simples, mientras que en las capas más recientes, en las más superficiales, se encuentran los fósiles de algunos organismos más complejos.

Este método conocido como estratigrafía es valioso, pero no resuelve el problema de la antigüedad de los fósiles, porque no contempla la posibilidad de acomodos de la corteza terrestre que puedan invertir las capas, por lo que no es muy confiable.


Existen otros métodos de datación de fósiles; que proporcionan una idea muy aproximada de algunos hechos del pasado.
Los principales métodos de datación, además del anterior, se llevan a cabo mediante los siguientes elementos:
      1. Los anillos de los árboles.
      2. El uso de elementos radiactivos.

LOS ANILLOS DE LOS ARBOLES: El primer método tiene como parámetro el crecimiento desigual de los vasos leñosos de los árboles, que depende de circunstancias climáticas. Este procedimiento permite saber los años transcurridos, contando el número de anillos que se observan en el tronco cortado transversalmente.
Haciendo uso de este método, se pueden datar fósiles con una edad máxima de 2 mil a 3 mil años.

EL USO DE LOS ELEMENTOS RADIACTIVOS:

Con el segundo método, se toma en cuenta la existencia de elementos que forman parte de las rocas y de los seres vivos que se transforman con el paso del tiempo en elementos distintos.

Esta transformación ocurre a una velocidad y tiempo constante; acompañada por un desprendimiento de energía que permite su detección en una muestra.


Estos elementos con el paso del tiempo se transforman en otros diferentes conocidos como elementos radiactivos y se utilizan para calcular la edad del objeto que los contenga.
Para determinar la edad del objeto, se debe conocer previamente el periodo de semidesintegración o vida media del elemento radiactivo.

La vida media de un elemento radiactivo es el tiempo que tarda la mitad de cualquier cantidad de ese elemento en transformarse en un nuevo elemento.

Por ejemplo:
  • la vida media del carbono radiactivo o carbono 14 es de 5 mil 570 años, es decir, al paso de este tiempo la mitad del carbono 14 se ha transformado en otro elemento; al transcurrir otros 5 mil 570 años, en total 11 mil 140 años, la mitad de lo que quedaba se habrá transformado en otro elemento, y así sucesivamente. Las mediciones de carbono 14 se hacen con un contador Geiger-Müller y se aplican a fósiles de antigüedad inferior a 50 mil años, con un margen de error de 5%.

Imagen que nos muestra el procedimiento de acción de un Contador Geiger.
  • Otros elementos que sirven para este propósito son: el cloro 36, el protactinio 23 y el uranio 235-238, usando cada uno en situaciones especiales, dependiendo de su vida media. El método de uranio 235-238, por ejemplo, sirvió para calcular la edad de la Tierra en aproximadamente 4 600 millones de años.
Esto ha permitido a los científicos estudiar cómo han cambiado los organismos, cuáles han desaparecido, cuáles no han cambiado, etcétera.



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